El denominado "Palacio Magno", cosntruido por Alfonso III extramuros de la "Ciuitas" episcopal, estaba constituido por una serie de edificios dispuestos en torno a uno (al menos), o más patios, y que ocupaban una gran extensión de terreno entre la muralla antigua y la calzada mayor que conducía a Siero y al oriente de la región.
Por la arqueología conocemos, a día de hoy, la existencia de una sala noble, a la que se añadió un ábside albergando el altar de San Juan Evangelista, y que, posteriormente fue convertida en iglesia del hospital de San Juan, fundado a finales del s. XI en el palacio. A dicha sala adosaba por el oeste el la casa-habitación, y, seguramente, más dependencias.