Monasterio de Santa Gadea

Reseña histórico-artística

Otro de los monasterios situados en el atrio de San Salvador, inmediato a San Tirso por el sur, permaneció en manos de la nobleza laica ovetense (concretamente, de Gundemaro Pinioliz, delegado regio en Oviedo durante el último cuarto del s. X), hasta que fue restituido a San Salvador en el año 1036 por la viuda de éste, Muniadomna.

Etado actual del solar de Santa Gadea, al S de San Tirso.

La cercana vinculación a la familia real del personaje, su cargo público, y la mención documental de la existencia de un "Monasterio del rey" en Oviedo, dan pie a pensar que cuando se habla del "palacio real" cercano a San Tirso, se está invocando, en realidad, a este conjunto religioso, escenario de esporádicas estancias regias en la sede episcopal.

Por otra parte, el cambio de advocación en el nuevo monasterio, cuya iglesia o capilla -Santa Gadea- es diferente de la originaria -San Tirso-, obedece al hecho de haber sido donada esta basílica a San Salvador por parte de Alfonso III en 905, al desvincularse dicho príncipe de la fundación del primitivo monasterio, realizada por su antecesor Alfonso II, vinculado a San Tirso. Sin embargo los restantes edificios del complejo -que comprendían una franja de terreno situada al S del templo de San Tirso, y que se extendían, probablemente, hacia el O, hasta la muralla del atrio-, no fueron donados, quedando ligados a la nueva advocación, en poder de los príncipes sucesores de Alfonso III, acabando en usufructo de los delegados regios en Oviedo, como reconocen los propios usufructuarios en las donaciones que realizan a las diferentes congregaciones de la sede ovetense.

Ubicación y disposición aproximadas de Santa Gadea.