Muralla de Alfonso III
Hipótesis de trazado
Son muchos los autores actuales que piensan que la muralla edificada por Alfonso II alrededor de la primitiva ciudad ("Civitas Episcopal"), fue la única existente hasta la ampliación del recinto urbano, planeada por Alfonso IX y ejecutada por su nieto Alfonso X, a finales del s. XIII. Sin embargo, ya en el s. XVII el P. Luis Alfonso de Carvallo afirmaba que las murallas existentes entonces eran las levantadas por Alfonso III, limitando por tanto, implícitamente las labores de época de Alfonso X al mantenimiento y mejora de las mismas.
Las murallas de Alfonso III compartieron trazado con las de su antecesor Alfonso II en su parte E, ampliando, sin embargo, el recinto amurallado de modo notable por el S, y sobre todo por el O, donde articularon un nuevo recinto que tenía como vértice la fortaleza levantada por Alfonso III en el extremo NO de la nueva ciudad, englobando además el nuevo palacio real levantado por este monarca al NO de la ciudad episcopal, extramuros de la misma.
Partiendo de la puerta de la Noceda [c], situada en el extremo nororiental de la antigua muralla, se mantuvo el trazado del lado E, o "paradisvs" del atrio catedralicio, para, llegados a la actual puerta del Postigo (en la Edad Media "de la Viña"), desviarse más al S, llegando al conocido en época medieval como "muro viejo de San Isidoro" [d'], y, siguiendo una linea por el interior de la muralla de Alfonso X (tanto en la excavación arqueológica de la calleja de los Huevos como en la calle de Jovellanos, se ha constatado que la distancia entre ambos muros era de unos 3,5 m, unos 10 pies), remontando en dirección O, hasta el actual arco del ayuntamiento, zona deonde probablemente se situó la llamada torre de Cimadevilla [a'], descendiendo después, ya en dirección N, y siguiendo siempre el trazado por el interior de la actual muralla medieval, hasta conectar con las defensas de la fortaleza, en el lugar donde se ubica actualmente el edificio de Telefónica. Desde el lienzo E de la fortaleza, se reanudaría el recorrido del muro, bordeando los Palacios de Alfonso III hasta la puerta de la Gascona [b'] (desplazada algo al O del actual trazado de la calle del Águila), correspondiéndose con su fábrica los restos de muro defensivo conservados bajo la fachada N del monasterio de San Pelayo, llegando de nuevo hasta la puerta de la Noceda, donde comenzamos.
A continuación procedemos a argumentar el recorrido que proponemos, mediante las corespondientes referencias documentales y arqueológicas, siendo estas últimas más abundantes y decisivas que las disponibles para definir el trazado de la muralla de Alfonso II.